El nuevo órgano especializado cuenta con plenas facultades de fiscalización y sansión para quienes no cumplan con la ley ambiental. Este nuevo brazo fiscalizador trabajará coordinadamente con los Tribunales Ambientales y cursará multas cuando éstos se lo indiquen.
En concreto la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), que entró en funcionamiento el pasado 28 de diciembre, se preocupará de fiscalizar los proyectos, actividades que puedan generar impacto, sin importar si las iniciativas son de caracter público o privado.
La SMA no sólo contará con un qeuipo propio para realizar su trabajo, sino que en caso de ser necesario, se podrá contratar a especialistas con experiencia y acreditados para que ayuden en los diversos estudios de impacto.
Las multas que esta nueva institución podrá aplicar son 240 veces más altas que las que se aplican hoy, llegando hasta las 10.000 UTA (cerca de 10 millones de dólares). Además, la SMA podría cerrar temporal o definitivamente los proyectos u actividades que caigan en infraccioens gravísimas.
Vía: Emol.
