Skip to main content
Noticias

Socio más allá de las fronteras: Te contamos la historia de Carlos Guerrero

By 15 de febrero de 2016marzo 2nd, 2017No Comments

Carlos Guerrero es chileno, pero hace algunos años está radicado en Suecia, donde trabaja como biólogo. En diciembre del año 2014 vino a Chile y desde entonces participa como socio activo en Fundación Mi Parque, colaborando desde el otro lado del mundo ¿Su motivación? Aportar desde su profesión. Carlos estudia la relación entre agentes contaminantes y distintas enfermedades y está seguro que Mi Parque ofrece la instancia perfecta para ayudar a la sociedad a través de proyectos de descontaminación del aire y creando espacios destinados a la participación social.

¿Cuándo visitaste Chile y con qué motivó?

La última vez que viajé a Chile fue en septiembre de 2015 para el matrimonio de mi hermano. En esa oportunidad me quedé dos semanas y aproveché de visitar Fundación Mi Parque.

¿Decidiste ir a conocer la fundación una vez aquí o lo habías planeado?

Ya tenía planeado que quería visitar la fundación en mi próxima visita a Chile y entonces se dio la ocasión por el matrimonio de mi hermano. Desde que me asocié estaba muy interesado en conocer cómo funcionaba la Fundación y en particular los proyectos que desempeñaba.

¿Cómo conociste a la fundación? ¿Hace cuánto tiempo que la conoces?

Supe de la fundación en una visita anterior que hice a Chile, para las vacaciones de pascua- año nuevo 2014-2015, cuando vi los anuncios en el metro. Me interesé y después visité la página web. Cuando volví a Suecia los contacté sobre mi interés de colaborar desde afuera y entonces me hice socio.

¿Qué mensaje sobre la fundación te gustaría entregar a los demás?

Sinceramente creo que Fundación Mi Parque es un ejemplo en muchísimos aspectos, desde la labor que hace hasta en la forma en cómo funciona.

En cuanto a la labor que hace, me fascina la idea de que hagan aportes simultáneos a la sociedad desde distintos ámbitos. Por ejemplo, por un lado crean y/o recuperan áreas verdes, ayudando a la captura del carbono atmosférico en nuestra contaminada ciudad, y por otro lado generan un espacio de convivencia de calidad en comunidades, donde en general estos espacios son pocos o inexistentes. Más encima, pensando en particular en el desarrollo de los niños, es muy importante que ellos cuenten con espacios donde compartan sanamente con sus amigos y donde pueden jugar y desenvolver sus potencialidades. Los países desarrollados se han dado cuenta de la importancia de un entorno estimulante para los niños, para que a largo plazo ellos desarrollen sus habilidades, crezcan en un ambiente sano y de alegría, aporten a la sociedad y se reduzcan las posibilidades de que caigan en la delincuencia. En ese sentido, los beneficios que deja la Fundación Mi Parque son medioambientales, educacionales y sociales.

En cuanto a la forma en cómo funciona, fui testigo de cómo la Fundación se preocupa en ser absolutamente trasparente con su financiamiento (incluso con auditorias externas), en cómo se preocupa en tomar en cuenta las opiniones de los vecinos cuando generan un nuevo espacio, y del nivel de profesionalismo y comprometimiento de los que allí trabajaban.