La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Fundación Mi Parque, con la colaboración de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), formaron una alianza cuyo objetivo es mejorar las condiciones de los espacios educativos al aire libre que existen para la niñez en el norte de Chile, así como promover la coexistencia pacífica y la inclusión entre las diversas personas que viven en las comunidades.
En una primera etapa se recuperará el patio de un jardín infantil en Iquique, de 400 metros cuadrados, para beneficiar a 152 niños y niñas (desde sala cuna a medio mayor) y a toda la comunidad educativa que participa en este establecimiento educativo, el cual es parte de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI).
El proyecto es desarrollado en el marco de una serie de actividades que ACNUR está implementando en la zona, en el marco de la Plataforma R4V, para promover ambientes saludables, recuperar el uso del espacio público y mejorar la calidad de vida de los vecinos y vecinas de las ciudades del norte de Chile (especialmente niños y niñas).Durante los últimos años, este grupo de población ha vivenciado numerosos desafíos asociados a la pandemia por Covid-19, así como también a la llegada creciente de personas refugiadas y migrantes a la zona que, debido a sus niveles de vulnerabilidad, han generado una alta demanda en el uso de infraestructura y servicios públicos.
La iniciativa surgió tras dialogar con la población local de Iquique, la cual identificó, entre sus necesidades más urgentes, la recuperación del espacio público y el mejoramiento de la infraestructura de los servicios de salud y educativos en la región.
«Este proyecto, además de recuperar y remodelar un espacio público, se presenta como una oportunidad de promover el intercambio cultural entre familias refugiadas, migrantes y las familias que generosamente les han acogido. Entendiéndolo como el espacio para que niños, niñas, padres y madres chilenos/as, y de distintas nacionalidades, puedan compartir, interactuar y generar comunidad», señala Rebeca Cenalmor-Rejas, Jefa de la Oficina de ACNUR en Chile.
“Generar puntos de encuentro está en el corazón de nuestra misión. Este proyecto es una oportunidad de diseñar espacios al aire libre estimulantes, seguros y pertinentes para toda la comunidad educativa de este primer jardín infantil que habilitaremos junto a ACNUR y la OIM. Después de tantos meses de encierro, es necesario y urgente que los niños y las niñas tengan acceso a patios que promuevan la socialización, el reencuentro y el aprendizaje en sus jardines infantiles”, dice Daniela Arancibia, coordinadora de Proyectos de Fundación Mi Parque.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) financiará el proyecto en su totalidad. Asimismo, en conjunto con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ambas instituciones entregarán su experiencia técnica en materias vinculadas al trabajo con comunidades de todas las nacionalidades, valoración de la diversidad y coexistencia pacífica.
La Fundación Mi Parque, con trece años de experiencia en diseño, construcción y activación participativa de áreas verdes en espacios públicos y patios educativos del país, estará a cargo de liderar la ejecución del proyecto, el cual tendrá un componente de diálogo e intercambio con las comunidades educativas para establecer cuáles serán las transformaciones que se realizarán en el jardín infantil para responder a las necesidades de uso, estimulación, aprendizaje y desarrollo de los niños y niñas.
