Uno de los efectos de la pandemia fue el cierre de los establecimientos educativos, incluidos los jardines infantiles, y las restricciones de uso de los espacios públicos destinados al juego y la recreación de niños y niñas. Muchos de ellos vieron interrumpidas sus actividades habituales al aire libre, importantes para su desarrollo y aprendizaje. Estimular y promover la habilitación de espacios seguros al aire libre para niños y niñas es un nuevo desafío para las comunidades educativas, a fin de dar continuidad a las experiencias de aprendizaje en un contexto con menor riesgo de contagio.
Como respuesta a esta necesidad, se implementó el proyecto piloto “Habilitación de espacios educativos al aire libre”, que considera la habilitación de áreas con módulos de madera de diversos tamaños, muros de escalada y lugares para actividades educativas al aire libre, con sus respectivos puntos de higiene para prevenir el contagio por Covid-19. Esta iniciativa beneficia a 11 jardines infantiles JUNJI de la Región Metropolitana de las comunas de Buin, Lo Espejo, El Bosque, San Joaquín y San Miguel.
El proyecto “Habilitación de espacios educativos al aire libre” es una iniciativa de UNICEF en alianza con Fundación Mi Parque, con financiamiento de Google.org y en colaboración con la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI). Esta experiencia busca relevar la importancia que tiene el juego al aire libre para el desarrollo y las posibilidades que estos entornos entregan para el aprendizaje de niños y niñas, considerando el valor que tiene el aire libre como prevención para el contagio de Covid-19 y de otros virus que circulan principalmente durante el invierno.
La Oficial de Educación de UNICEF, Francisca Morales, explicó que este proyecto es un gran aporte para favorecer el retorno a las actividades presenciales de niños y niñas a los jardines infantiles, permitiéndoles recuperar espacios de juego y aprendizaje, como el contacto con sus pares, en un ambiente donde el contagio de COVID es de menor probabilidad. “Los espacios al aire libre tienen un potencial enorme para que niños y niñas jueguen, exploren, y aprendan, por lo que esperamos que esta experiencia se siga replicando en muchos otros jardines infantiles, pero también en patios de edificios o pasajes en sectores urbanos. Brindar un espacio seguro para el desarrollo de cada niño y niña es algo que se puede implementar en contextos diversos”.
La habilitación de los patios se realizó en conjunto con las respectivas comunidades educativas, con el propósito de considerar las necesidades de cada establecimiento y las particularidades de los espacios físicos al aire libre de cada uno de ellos para determinar su potencial pedagógico: espacios al aire libre que promuevan la imaginación, el juego, el movimiento o el contacto con la naturaleza.
En tanto, la coordinadora del proyecto de Fundación Mi Parque, Josefa Morales, explicó que “el desafío era enorme, porque no era solo recopilar información y conocer a cada comunidad, sino que también sus distintos espacios. Cada jardín es un mundo. Nos encontramos con jardines muy diversos en tamaño, en estado, en equipamiento y equipos educativos. Por lo que decidimos hacer un sistema de diseño que se pudiera adecuar a todas estas distintas realidades para poder acoger las múltiples necesidades que existían”.
Por su parte, la vicepresidenta Ejecutiva de JUNJI, Adriana Gaete, destacó que «agradecemos y valoramos mucho esta alianza, porque como JUNJI buscamos relevar los beneficios y la importancia de la educación al aire libre. Hay un factor de protección y prevención en línea con lo sucedido con la pandemia, pero más aún, porque el contacto con la naturaleza promueve el juego libre y colectivo, la exploración, el descubrimiento, los desafíos, el disfrute y el goce y esto promueve la generación de infinitos aprendizajes en niñas y niños».
El diseño de los patios considera, entre otros elementos, módulos de madera de distintos tamaños y diversos usos que permiten la autonomía, el encuentro, el contacto con materialidades nobles y el juego libre de niños y niñas.
“La pandemia ha impactado de manera importante en nuestra región y hemos buscado diversas formas de aportar como compañía para mitigar sus efectos, ya sea a través de un esfuerzo por asegurar que las personas reciban la información correcta o aportando ayuda económica a las comunidades más afectadas. En ese sentido poder apoyar a que las y los más pequeños puedan tener espacios educativos al aire libre, que complementen su día a día, es un gran proyecto para mejorar la calidad de vida de los más vulnerables frente a la situación adversa de este último año y medio”, señaló Eleonora Rabinovich, gerenta de Políticas Públicas y Asuntos Gubernamentales de Google para el Cono Sur.
Además, cada patio contará con puntos de higiene que incluyen dispensadores de alcohol gel, toallas de papel y basureros, con señaléticas diseñadas para promover de forma fácil y entretenida los hábitos de higiene necesarios en contexto de pandemia. Adicionalmente, cada niño y niña recibirá un kit de higiene personal en una mochila de algodón con alcohol gel de manos, pañuelos desechables y toallitas húmedas.