Hace dos semanas, Francia anunció la aprobación de una nueva ley que obliga a los nuevos edificios comerciales a instalar paneles solares o techos verdes en sus construcciones. Esta semana la ciudad brasileña de Recife se sumó también a la lista de pioneras en esta materia.
La quinta ciudad más grande de Brasil anunció una nueva normativa que exige la implementación de techos verdes en cualquier edificio nuevo que tenga más de 4 pisos y cuyas áreas construidas superen los 400 m2.
La ley brasileña también exige la construcción de embalses en nuevos edificios que superen los 500 m2 construidos, lo que permitiría captar agua proveniente de las lluvias. El embalse ayuda a prevenir inundaciones y el agua recolectada puede tener diferentes usos como riego, limpieza entre otros.
El objetivo de estas normativas es aumentar la cantidad de zonas verdes en las ciudades y disminuir la contaminación. Además, los sistemas de techos verdes permiten reducir la demanda energética al actuar como aislante de temperaturas.
Otras ciudades como Copenhague y Buenos Aires ya han implementado normativas en cuanto al sistema de techos verdes, obteniendo excelente resultados. Excelente ejemplo que Santiago podría seguir para combatir la gran contaminación ambiental de la ciudad.
