Keno Palomera: “Hay algo súper importante sobre el cuidado del medio ambiente: hacerse cargo. Mi aporte puede ser muy pequeñito, pero cuando llego a la casa, después de haber participado con Mi Parque, a mí me llena el corazón, porque algo logré cambiar y eso para mí es vital”.
A continuación, nuestro voluntario del mes de junio, nos comenta sobre sus aspiraciones, su tiempo libre y su convicción sobre el cuidado del medio ambiente.
¿Cómo llegaste a Mi Parque? ¿Hace cuánto tiempo que participas?
Llegué a ser voluntario por un aviso que vi en el metro, en el cual me subía antes de empezar a usar a bicicleta de la cual ya no me bajo.
Vi un aviso que representaba la molestia que sentía por tanta injusticia en nuestra sociedad, y que desde una de las tantas aristas por resolver, una de ellas se aborda a través de lo que hace Mi Parque.
En general uno percibe que la gente está estresada, molesta, cansada, asustada en una ciudad. Sentimos que la gente reclama mucho, sin embargo, se ocupan poco de los otros. Entonces vi el aviso y dije “tengo que ir a probar”. Eso fue hace casi dos años.
Otra cosa que me gusto de la fundación, es que no hay ideología, sino que vamos todos por un bien común.
¿A qué te dedicas? (Trabajo, hobbies, estudios, etc.)
Me encanta jugar tenis y lo practicamos con mi papá todos los domingos, tiene 74 años, y es mi héroe. Él, desde chiquitito me inculcó el deporte. Fue seleccionado nacional de voleibol. Después se pasó al fútbol, luego a la bicicleta, -que también me la inculcó muy fuerte- y hoy en día jugamos tenis. Es un momento mágico.
A parte de eso, espero que lleguen más avisos para ir a construir los sábados con Mi Parque.
En la semana, trabajo cómo editor de comunicación de internet en una aerolínea, y la verdad eso me llena bastante, aspecto de que me permite hacer otras cosas y es mi carrera; estudié dirección y producción de televisión. Trabajé en televisión varios años en los noventa, pero finalmente me terminé desencantando con el contenido de ésta.
¿Cómo te describirías en algunas palabras?
Creo que soy alguien alegre. Me gusta mucho el contacto con gente, trabajar con personas, poder entregar mi conocimiento, rodearme de quienes me comparten sus conocimientos, estar en un constante aprendizaje. Me gusta mucho eso.
También tiene mucho que ver con cómo planeo mi día a día, por ejemplo, el hecho de la bicicleta. Todos los días quiero andar en bicicleta, y me voy feliz, muy alegre, voy mirando a la gente. Si puedo ayudar a alguien, lo hago. Tengo muchas debilidades también. Creo que mi autoestima está muy baja, tengo que luchar mucho contra ella. Aún así, soy una persona muy alegre y me gusta ayudar. Antes participé en hogares de perritos y de niñas. Pero afecta mucho, hay que tener un “cuero de chancho” importante para trabajar con niñas que han sido maltratadas. Iba a limpiar, hacer las camas, compartir con ellas … es muy bonito, pero es muy duro, después quise ir por el otro lado que también hace mucha falta: el medio ambiente.
¿Qué te motivó a ser voluntario en la Fundación Mi Parque?
Todos los días tenemos en frente, a través de los medios de comunicación, formales e informales, del boca a boca, el descuido del medio ambiente y del ecosistema en general. Hay algo súper importante: hacerse cargo. Mi aporte puede ser muy pequeñito, pero cuando llego a la casa, después de haber participado con Mi Parque, a mí me llena el corazón, porque algo logré cambiar y eso para mí es vital.
¿Cuál es tu aporte como voluntario?
Bueno mi aporte como voluntario, además de estar en las construcciones y de tomar el rol que se me asigna de la mejor forma, creo que es dar el mensaje. Entregar el mensaje tanto a los vecinos que vienen a participar, como a la empresa benefactoras y sus voluntarios. Hace poco, cuando fui a Colina con las voluntarias que vinieron a ayudar, lo pasé increíble y ellas estaban felices. Yo iba con prejuicios, pensando en que las chicas eran muy jóvenes y que podría no interesarles, pero me taparon la boca, me encantó que se involucraran.
¿Cuál es tu mejor recuerdo como voluntario de Mi Parque?
Puede ser el corte de tendón. Fue en una construcción, me toco trabajar en áridos, pero estábamos trabajando con rocas. Y una caretilla se dio vuelta y alcancé a tomarla, pero la recibí con el pie mal puesto. Recibí la carretilla con la roca sobre el pie. El recuerdo bonito es que, es tanto el entusiasmo que tengo, que terminé la jornada igual, trabajando. De hecho, Gonzalo (Jefe de Cuadrilla) se acuerda de eso, porque él fue el que me apadrinó. ¡Era mi primera construcción! Estuve igual que Raymond (Encargado de Participación Comunitaria) con bota, 6 meses. ¡Pero me sentía tan feliz porque terminamos igual!
¿Cómo podrías describir la Fundación en 3 palabras?
Una de ellas es claramente comunidad, es un valor clave de la Fundación. Otra es … puedo sonar un poco sentimental, pero creo que la segunda es amor. Eso se construye, las ONG son así, distintas de una empresa. Uno se apasiona cuando se enamora de las cosas. El compromiso, es muy fuerte también, por todo el trabajo que hay previo, la construcción y lo que viene después. La sustentabilidad de las plazas es gracias a ese compromiso.
¡En tres palabras, generadora de comunidades sanas!