- Fecha de intervención: 11 de Agosto de 2018
- Superficie total: 1.490 M2.
- Patrocinador: Minera Escondida en colaboración con Creo Antofagasta
- Nº beneficiados: 10.958
- Nº voluntarios: 80
El fin de esta iniciativa fue establecer una nueva red de espacios públicos y conexiones para potenciar los barrios en los cerros de Antofagasta y erradicar los basurales ilegales. Específicamente el proyecto La Cantera se enmarca dentro del plan seccional Paseo Cerro A Mar, liderado por la organización Creo Antofagasta, que busca mediante un plan maestro, guiar un crecimiento urbano sostenible para la ciudad de Antofagasta.
El lugar está emplazado en una quebrada que antiguamente se usó como cantera. Actualmente es un espacio rodeado de rocas que presenta un escenario y anfiteatro natural, a su vez, este lugar está unido por una escalera que conecta un acceso superior 13 metros más alto que da lugar a un mirador. Hoy en día este espacio presenta un gran deterioro, siendo foco de malas prácticas como micro tráfico y delincuencia, además de ser un micro basural.
En este marco, se desarrolló un proceso de diseño participativo liderado por Fundación Mi Parque, donde en diversos talleres se trabajó con la comunidad para que los vecinas y vecinas de La Cantera soñaran la recuperación de su espacio. Lo primero fue un diagnóstico participativo en terreno, con el fin de acercarse al proyecto desde lo más general a lo más particular, para ello se recorrió junto a los vecinas y vecinas el territorio a intervenir para describir las características del lugar, sus potencialidades, aspectos negativos y las principales características con que la comunidad se autodefine, para así aportar a la elaboración del diseño.
Para esto se desarrollaron 2 actividades, primero una en que cada persona tenía que decir lo que le gustaba de su comunidad generando luego una conversación en torno a esto. Posteriormente se hizo un diagnóstico en terreno dividido en dos subgrupos, uno de adultos y el otro de niños. Ambos grupos recorrieron el lugar a intervenir marcando con banderines de distintos colores, los aspectos negativos o riesgos del lugar y los aspectos positivos o potencialidades del territorio.
Estas actividades fueron absolutamente relevantes para el proceso de diseño, a partir de este proceso se pudo levantar el espíritu del proyecto.
La Cantera permite el encuentro comunitario y ese ha sido su sello desde el origen. Durante el proceso hubo alta participación de gente de distintas edades, destacando el entusiasmo de los niños y niñas de la población, quienes fueron los principales colaboradores en todas las actividades comunitarias.
Este espacio se utilizaba originalmente como un lugar de esparcimiento familiar y que resaltaba la colaboración comunitaria, favorecía bastante esto la forma del territorio y su anfiteatro natural donde se podían festejarse distintas celebraciones importantes para la comunidad.