LA TERCERA – En el marco del proyecto Ciudad con Todos que lidera el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica de Chile, se dio a conocer el informe de la Mesa de Áreas Verdes, el cual reveló la desigualdad que existe en el Gran Santiago en cuanto a acceso a áreas verdes.
De esta forma, se informó que, Puente Alto (1,5), El Bosque (1,9) y Cerro Navia (2,1) son las comunas que presentan menor cantidad de áreas verdes accesibles por habitante, mientras que Vitacura (7,4), Independencia (5,9) y Las Condes (5,6), son las que tienen más.
En promedio, la Mesa concluyó que en el Gran Santiago hay 3,7 metros cuadrados de áreas verdes accesibles por persona. “La baja accesibilidad puede deberse a que las redes viales a las cuales accede no conectan directamente con las áreas verdes aledañas, o bien, que simplemente no existen áreas verdes en el radio de influencia analizado”, indica el resumen ejecutivo del informe. La zona noreste (Lo Barnechea) y la zona sur (Puente Alto, La Pintana, La Florida, entre otros) presentan la peor accesibilidad.
Como explica a La Tercera Daniella Innocenti, socióloga del Centro de Políticas Públicas UC, las comunas con menos áreas verdes son principalmente las periféricas debido “principalmente a un tema económico”.
“Las comunas periféricas son generalmente las que tienen menores ingresos, por tanto existen otras prioridades de inversión para los municipios, como lo son la salud, educación o las viviendas sociales. Además de esta inversión inicial, las áreas verdes requieren ser mantenidas en el tiempo y para ello se requiere de financiamiento. Por eso ocurre que en comunas de menores ingresos, las áreas verdes se transforman en áreas cafés, zonas destinadas a área verde pero que pierden su cobertura vegetal”, detalló.
Si bien Puente Alto presenta una accesibilidad de 1,5 m2/ha, hay barrios dentro de dicha comuna que tienen buena accesibilidad (sobre los 3 m2/hab), como lo son la Villa Porvenir, Plaza de Puente Alto, Sector Ejército Libertador y Sector Regimiento. Sin embargo existen zonas como la noreste (El Peral) y sureste (Las Vizcachas) que están críticas en áreas verdes, incluso más bajos que el promedio comunal.
Al evaluar el actual déficit de áreas verdes en el Gran Santiago, los expertos determinaron, a grandes rasgos, que para alcanzar los estándares debieran construirse en el corto plazo 44,62(ha) de áreas verdes, 574,34 (ha) en el mediano plazo y 1.868,74 (ha) en el largo plazo.
Aquí el rol de las autoridades es fundamental, ya que como precisó la investigadora, “tienen que actuar en un doble sentido. Primero gestionar suelo para tener nuevas áreas verdes, dado que Santiago tiene poco suelo vacante disponible para estas áreas, existen otras prioridades como la vivienda social. Por esta razón, se requiere gestionar el suelo existente, por ejemplo reubicando viviendas con densificación a pequeña escala o generar inversiones en espacios ya existentes. Por ejemplo que el Gobierno Regional invierta en áreas verdes dentro de los colegios, y que estos a cambio abran sus puertas a la comunidad los fines de semana. Eso sería generar inversiones en espacios ya existentes”.
Esta materia es urgente, pues las áreas verdes generan un triple efecto en la población. “Primero, en lo ambiental reducen la contaminación acústica, regulan la temperatura ambiente, entre otros. Segundo, tienen un efecto social, en tanto son espacios de interacción y mixidad social, lo cual es importante en una ciudad segregada como Santiago. También aportan a la salud de las personas, disminuyendo los niveles de ansiedad e incluso depresión en la población. Y tercero, cuando las áreas verdes son de buena calidad, buen diseño, transporte, pueden aumentar las plusvalías de las viviendas hasta en un 50%, según lo que ha manifestado el sector inmobiliario”, puntualizó Innocenti.
En ese sentido, aseguró que “el triple valor de las áreas verdes justifica que sea un derecho social contar con ellas. De hecho, las áreas verdes son consideradas por la Política Nacional de Desarrollo Urbano una de las infraestructuras urbanas con mayores déficit en la ciudad, lo cual debe ser resuelto (…) Aún falta tener una política macro que permita gestionar suelo y que se logre innovar en nuevos espacios públicos en lugares ya existentes “.
Además, hay que destacar que la Mesa abordó los antecedentes de otras cinco zonas del país- Antofagasta, Conurbación La Serena- Coquimbo, Gran Valparaíso, Gran Concepción y Punta Arenas- siendo Antofagasta la ciudad con menor accesibilidad a áreas verdes en términos de m2/hab y donde hay más población sin ningún área verde. Punta Arenas es la ciudad analizada que más m2 de áreas verdes accesibles tiene.
El equipo que trabajó en este informe, estuvo integrado por funcionarios del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, del Ministerio de Desarrollo Social, del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), de la Empresa FAHNEU, de Fundación mi Parque y del Centro de Políticas Públicas UC; y se analizaron los datos oficiales con los que hoy cuenta el Minvu (2013).
Se consideraron las áreas verdes que están dentro del radio urbano de la ciudad, accesibles al público, que tienen más de 500 metros cuadrados, gratuitas o con entrada accesible y que estuvieran en buenas condiciones y consolidadas. De esta forma, quedaron fuer las áreas naturales o semi naturales, bandejones de autopistas, cementerios, campos de golf, Cerro Renca, Bosque Panul o sitios eriazos.