Según los resultados arrojados por numerosos estudios en los últimos años, las áreas verdes y el contacto con la naturaleza son un factor fundamental para la salud tanto mental como física de las personas.
Es indudable que la iniciativa de levantar más áreas verdes en las ciudades trae bienestar social para toda la comunidad. Además, estas zonas proporcionan beneficios indirectos como limpiar el aire, reducir infecciones respiratorias, atenuar olas de calor, entre otros. Sin embargo, un exceso o la mala distribución de estas áreas también pueden ser contraproducentes, por lo que es importante informarse.
«Hay que exponerse a las áreas verdes en forma persistente en el tiempo, con cierta frecuencia a la semana, para obtener sus beneficios», señala Juan Carlos Prieto, cardiólogo y académico del Programa de Farmacología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile. Además, el doctor considera que las áreas verdes deben repartirse equitativamente entre las comunas para estar cerca de todos y además proporcionar seguridad a sus usuarios.
La problemática de escasez de áreas verdes cobra más importancia aún teniendo en cuenta que se estima parar 30 años que el 70% de los habitantes de la tierra viva en la ciudad. Es por esto que un grupo de investigadores decidió buscar la cantidad óptima de espacios verdes necesarios en las ciudades para dar una buena calidad de vida a sus ciudadanos.
La investigación, liderada por la doctora Danielle Shanahan, se publicará en la revista Biosciense del mes de junio y participarán en ella un conjunto de investigadores de la salud, ecologistas y sociólogos. Se espera que los resultados puedan entregar más información y se traduzcan en cambios positivos tanto para la sociedad como para la naturaleza.
